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| Miquel al centre amb gorra blava |
Crónica de un humilde atleta
por Miquel Masip
Ha pasado ya una semana desde que el domingo, 13 de marzo de 2016, participé en la 38ª edición de la Maratón de Barcelona. Esta semana ha servido de descanso total y recuperación, relativamente rápida, siguiendo los consejos de los sabios del Club.
La idea de tomar parte en una maratón de asfalto surgió en la última edición de la Roca Negra de Sant Boi de Llobregat (Junio-2014) al haber invertido 4 horas para acabar, en buenas condiciones, esa dura prueba de montaña.
Las primeras maratones que me pasaron por la cabeza fueron: Londres o París, pero al final opté por Barcelona por sentido práctico: la primera es mejor hacerla en casa, por lo que pueda ocurrir.
Así pues convencido de ello me inscribí ya en Septiembre-2015 para confirmar mi intención de realizarla y así obligarme.
A mediados de Noviembre-2015 empezó el entreno específico para realizar la maratón en condiciones aceptables. Lamentablemente para mí no pude realizar el plan de entreno en su totalidad ya que una serie de molestias en una rodilla impidió que pudiese realizar ni tan siquiera el 50% del plan.
Aún así me había propuesto llevar a cabo la prueba e intentar el objetivo principal de la misma: ACABARLA.
Así pues el día D (13/03/2016) toca madrugar, la carrera empieza a las 8,30 horas y hay que aparcar el coche, siguiendo las recomendaciones de la familia, cerca del punto de llegada para que el regreso a casa sea lo menos traumático posible. Ese primer objetivo menor fue fácil.
El segundo objetivo menor fue la mentalización de que en aproximadamente 1,30 horas empezaba la carrera y que había 42 kilómetros y 195 metros por delante para conseguir el objetivo principal de ese día D.
Así que, tras la correspondiente espera en las inmediaciones de la Fuente Mágica de Montjuïc, cambio de vestimenta para la ocasión, uso del guardarropía, encuentro con los otros miembros del C.A.Gavà que participan en la prueba: Juan Pedro, Josep y su familia de jóvenes, y Jesús (acompañante también en el trayecto motorizado hasta la salida y regreso a casa), pasamos al suave calentamiento obligado en toda carrera.
Llega el momento esperado: 8.45.08 horas y empieza mi periplo por las calles de Barcelona con más de 42 kilómetros por delante. Veo a compañeros del Club entre el público: Félix en el comienzo de la Carretera de Sants, Josep Mª. en la Gran Vía , Espe en la Sagrada Familia, Mati/Claire en Meridiana/Fabra i Puig y José Luis en Valencia/Meridiana.
La primera Media, hasta llegar ese punto debidamente señalizado para la ocasión, transcurre como cualquier sesión de entrenamiento o carrera de esa distancia. Es decir, con total normalidad y a un ritmo medio muy bueno: 5,28 minutos/kilómetro. Este dato es importante para lo que vendrá después.
Llegado al punto de la Media Maratón recibo el primer apoyo del recién creado, a propuesta de Josep Mª. Tillo, “Grup de suport Club Aatletisme Gavà” formado por: Esteban, Paco O. y Cati, quienes me acompañan hasta el kilómetro 26, donde se quedan a esperar a Juan Pedro. En el Km. 23 Jorge se incorpora acompañándome, junto con Paco V. y Chesco que se acoplan en el Km. 29, hasta la llegada en la Avda. Mª. Cristina.
Es, precisamente, entre los Kms. 28 y 29 donde las fuerzas empiezan a avisar de que el ritmo de la primera mitad de la carrera podría pasar factura no muy lejos de allí. ¡Y así es! Entre el Km. 34 y 35 estoy a punto de abandonar. Quedan todavía más de 7 kms. y no me encuentro con fuerzas suficientes para llegar a la meta. Es en ese momento donde el «Grup de suport» es clave para que mi cabeza se olvide de las piernas y las obligue, pese a las adversidades, a continuar hasta el final. Quedan, también, dos alicientes ineludibles: Claire en el Km. 36 y Marc en el Km. 40.
Así que, sin pensar más que en el objetivo principal, acabar, el cerebro debe dar un ultimátum a las piernas para que se olviden del cansancio y continúen. Llego al Km. 36, donde están animando por segunda vez Mati y José Luis y donde se incorpora Claire. Sigo pensando en la siguiente incorporación del Km. 40. Antes, en el Passeig Colom, Pierre y sus hijos me animan y al pie de la mismísima estatua de Colon está Espe otra vez, a quien no veo, pero de la que si oigo los gritos de ánimos que me envía, Así que, con todo ello, inicio la fatídica recta final de más de 2 Kms. EL PARAREL. Allí está Marc, puntual a la cita, se incorpora al nutrido «Grup de suport», formado ya por 5 miembros, más el que hace lo que puede para llegar a la lejana Plaça Espanya.
Llega el Km. 41 y no sé cómo las piernas empiezan a correr a un ritmo que no hubiera imaginado. Unos metros antes, al escuchar la música de Carros de Fuego, dieron ya muestras de que podrían dar alguna sorpresa. Así es, me lanzo en el último Km. pensando sólo en la llegada. Ahora lamento no haber avisado a mi «Grup de suport» de este cambio, pero creo que lo entendieron y seguro que me disculparon. En la última recta entrando a la Plaça Espanya están Laura y Bernat animando a tope, pero a los que no vi ¡lo siento!; ¡sólo pensaba en llegar!
Son las 12.57.33 horas y cruzo, acompañado de Chesco a quien debo el no caerme al suelo por el ligero mareo por al parar, la línea de llegada: 4 horas 12 minutos y 24 segundos después de la salida.
¡¡¡OBETIVO ALCANZADO!!!
Estoy muy contento. Después del avituallamiento, el efusivo recibimiento de María y las felicitaciones de Jesús y Félix, me devuelven las fuerzas.
Me siento muy satisfecho por haber conseguido finalizar esta dura prueba y con ánimos para repetir, e intentar mejorar, en la próxima edición contando, desde luego, con el apoyo del magnífico «Grup de sport», totalmente imprescindible.
¡Gracias!
Miguel Masip
FELICIDADES!!!!!!
ResponderEliminarEncarna