La Roca Negra...

...por Paco Ortega

Esta historia también la podríamos llamar: La Roca Negra, crónica de una muerte anunciada. Pero en fin, que a las 8:45 de la mañana del domingo, estabamos citados en las pista de atletismo de Sant Boi para afrontar la Roca Negra 2 en su itenerario de 21,5km y no nos íbamos a rajar.

Por parte del club estabamos presentes: Javier Vega, Alberto «el trenesito» Benavides, Cati «corre Cati» Granados y un servidor Paco «Chocolate» Ortega como infiltrado (para cubrir una vacante). Como podéis comprobar yo era claramente la mejor opción del club, y así fue, llegué el ÚLTIMO. Pero no nos adelantemos, que la cosa tiene sus matices.

Lo dicho a las 8:45 nos llaman al briefing, que básicamente consistía en colocarnos en la linea de salida y proceder a dar unas explicaciones sobre la carrera. A las 9:00 y casi sin respirar, «PUMM», disparo de salida y a correr. A poco más de un kilometro nos damos cuenta de lo que nos espera, unas rampas de un porcentaje muy superior al 20 por ciento.

Quiero puntualizar que cuando hablo en plural es para refirirme a los tres «máquinas» (Alberto, Cati y yo mismo), puesto que a Javier solo lo vimos antes de la salida, y por desgracia y muy a su pesar, y el de todos, tuvo que abandonar sobre el 3K por culpa de un inoportuno esguince de tobillo (Javi esperamos no sea nada). En fin, gajes del oficio.

Pasado este lance nos dirigiamos hacia el primer avituallamiento y control de paso en el Km 5,7 que no llegaba nunca, esto empezaba a ser (Maria me debes una) pastoso. Recuperamos algo y seguimos. Ni os quiero decir las subidas que hemos tenido que sortear, más bien ni las quiero recordar. Total, que despues de mirar el nivel del deposito me doy cuenta que estoy llegando a la reserva, ¡y tan solo estamos en el segundo avituallamiento! (en el Mont Pedrós, Km 12). Ahí ya me costaba seguir el ritmo del ferroviario y mi señora Cati «Fores», así que les digo que no me esperen y que sigan su ritmo. ¡¡¡¡VAN, ME HACEN CASO Y ME DEJAN SOLO!!! (Maria me debes dos).

Ni que decir tiene que a partir de ahí se me otorgó el honorífico título de ser el último. Pero no el último de los «máquinas» no, ¡¡el último-último!!

Cuando llegué a al último avituallamiento (kilometro 17) cacé a tres que iban por delante, dos guias y un ciego. Si ciego pero no cojo, que tenía unas piernas que al punto que llegó la sempiterna subida, les tuve que decir adiós a mi pesar. Al poco me llega uno por detrás que me pregunta como voy, «EL COCHE ESCOBA». Y yo valiente donde los haya, con un par, le digo: «no te preocupes, es que voy regulando», y a partir de ahí lo tuve de compañero.

«¡¡¡¡Que es eso, la ermita de SANT RAMON!!!!» Última subida, y de ahí a la meta todo bajada. En esa parte adelante a un chaval con rampas en la pierna y a otro en la misma ermita que estaba más quemado que yo. Empiezo el descenso y veo salir de un sendero a mis dos «COMPAÑEROS». El coche escoba me dice «tira por aqui recto y los pillas», así que los alcancé a falta de 2 kilometros de un descenso ezpeluznante, sobre todo por la falta de carburante en el deposito. Un último esfuerzo y ya estamos en las pistas de Sant Boi, media vuelta al tartán y a la meta, si la meta, después de casi 22 kilometros de sufrimiento, calor y casi casi lágrimas.

Reunimos los tres, por fin estamos de acuerdo en algo, ¡¡¡el año que viene que no nos esperen¡¡¡

Adios


TIEMPOS:
Cati Serrano: 04:04:31 (T. real: 04:04:12)
Alberto Benavides: 04:04:39 (T. real: 04:04:20)
Paco Ortega: 04:05:00 (oficioso)
Javi Vega: abandono en el Km3 por esguince